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Generación 2025: 102 estudiantes culminan su etapa escolar y son enviados al mundo a servir

Generación 2025: 102 estudiantes culminan su etapa escolar y son enviados al mundo a servir

Este jueves 20 de noviembre se realizó la Ceremonia de Graduación de la Generación 2025, instancia en la que 102 estudiantes culminaron oficialmente su etapa escolar, marcando el cierre de un camino lleno de aprendizajes, experiencias significativas y profundo crecimiento personal y comunitario.

Fue una jornada cargada de emoción y sentido, en la que la comunidad educativa despidió a estos jóvenes con orgullo y gratitud, conscientes de que hoy salen al mundo llamados a servir, a multiplicar sus talentos y a ponerlos al servicio de los demás, al estilo ignaciano.

Durante su mensaje, el Director del Colegio, P. Paul Mackenzie SJ, invitó a los estudiantes a recoger con gratitud los frutos de su paso por el colegio, recordándoles la importancia de mantener vivas sus raíces en un mundo que muchas veces pierde conexión con su historia y su identidad. A través de la imagen de Gabriela Mistral y su simbólica “cajita con tierra de Montegrande”, los animó a cuidar aquello que los sostiene y les da sentido: su fe, su comunidad y su encuentro con Cristo.

El Padre Paul subrayó que ser ignaciano no es solo haber estudiado en el colegio, sino vivir una experiencia profunda con Cristo, que los impulsa a ser mejores discípulos y servidores, capaces de transformar la realidad con justicia, honestidad, solidaridad y espíritu comunitario.

Asimismo, los invitó a resistir el individualismo y a valorar la amistad como una fuerza que construye y sostiene, recordándoles que no están solos y que la vida se vive siempre con otros. Frente a un contexto social marcado por la desconfianza y las crisis, los llamó a ser testimonio de esperanza y a luchar por un mundo más humano y fraterno.

Uno de los énfasis centrales fue el llamado a soñar: soñar en grande, con responsabilidad y compromiso, comprendiendo que los verdaderos sueños no son evasión, sino motor de transformación y entrega. Soñar un mundo mejor y trabajar para hacerlo realidad, guiados siempre por la mayor gloria de Dios.

Al despedirlos, la comunidad reafirmó su confianza en esta nueva generación y su convicción de que serán luz en medio de los desafíos del presente.

El Colegio San Ignacio seguirá acompañándolos con cercanía y oración en este nuevo camino que comienzan, recordándoles que siempre tendrán aquí un lugar al cual volver.

Que el Señor Jesús los bendiga y los guíe siempre.

A mayor gloria de Dios.


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