El viernes 17 de agosto fue un día de celebración… Celebramos la vida del Padre Hurtado, como celebramos la vida del que nace. Con el ejemplo y el mensaje que Alberto nos dejó, salimos del Colegio con la misión de hacer que la vida de otros sea más feliz. Mientras los más pequeños compartieron en distintas actividades con colaboradores de nuestra comunidad, los más grandes, fueron a visitar hogares de ancianos, jardines infantiles y limpiaron o arreglaron espacios públicos. Quisimos contarles a otros con la vida lo que  Alberto nos contó con la suya. Jesús a través del P. Hurtado nos envía y nos dice “Vayan y hagan el bien porque eso también será bueno para ustedes”.

Al finalizar la jornada, nuestros estudiantes puidieron reflexionar acerca de lo vivido, concluyendo que  la solidaridad no puede quedar solo en un día, sino que como ignacianos e ignacianas nos tenemos que movilizar día a día por el servicio y por el compartir con los demás. Que todo aquello que consideramos injusto sea capaz de movilizarnos y que no tengamos que esperar al “Día de la Solidaridad” para ser solidarios. Siguiendo el ejemplo de San Alberto Hurtado, ser contemplativos en la acción.